Filmame una porno, No… muchas gracias

Estábamos en un alto del rodaje de la película. El día estaba templado pero seguía siendo invierno. Esperaba junto a otros actores que nos llamasen para filmar otra escena. El sol bañaba las terrazas del geriátrico, dentro, un submundo de ficción creado para la oportunidad.
Flor estaba vestida de Topa (todos éramos topos roñosos, harapientos, y muy maquillados), recostada sobre una frazada tomando sol. Se había quitado las calzas y sus medias traslucían su tanga negra. Era una imagen algo hot para el papel que estábamos interpretando. Empezamos a hacer chistes sobre eso. Le sacamos un par de fotos hasta que alguien se incorporó a nuestras risas. No se bien quien era, creo que el manager de Alia, la sugerente y alta topa. Se acercó y le indicó a Flor como posar. Había producido 3 pornos y le encantaban (Sic). Dijo que nunca había sido de culos sino de tetas (¿?) y me pidió que posara lesbicamente con Flor. Primero nos

reímos mucho, después cuando casi estábamos firmando contrato para una porno con donpajero.com decidimos regresar a nuestra tomada de sol. ¿Cómo llego siempre a este tipo de situaciones? No se.
Esta semana me reí mucho con una escena de Para vestir Santos (comedia de polka). Situación: Celeste Cid en el papel de Malena una actriz que no pega una hasta que un video suyo besándose con la ex es éxito en youtube y la invitan a un programa tipo talk show de chismes donde el conductor de dicho programa es mi talentoso ex profesor de stand up, Diego Wainstein. Al final la Cid recapacita y deja ese amarillento ambiente y vuelve a la ignotes del actor.
Lo que hacemos los actores, artistas, chusmas, etc. (¿?) por 5 minutos de fama.
Entonces pienso…una porno… No, gracias.